Sobre el retablo de la Piedad que preside su capilla en el lado del evangelio de la parroquia de San Miguel de Oñati, se conocían ya los nombres del tracista, Gaspar de Tordesillas y los autores materiales, los entalladores locales Andrés de Mendiguren, Miguel de Iragorri y Juan de Olazarán (seguramente pintor) y el imaginero vitoriano Juan de Ayala II. El 4 de junio de 1533 Rodrigo Mercado hacía una donación de 3000 ducados para la fábrica de un retablo y una reja con destino a su capilla de enterramiento, sita en el lado del evangelio de la citada iglesia. Por un informe del propio obispo sabemos que la obra de talla estaba concluida para el 26 de julio de 153612 .
Merced al memorial de 1548 podemos precisar y enriquecer esta información con la cronología exacta de la ejecución de este retablo, aportando además el nombre del pintor-dorador13. Fue en el año de 1535 cuando se formalizó en Valladolid el “contrato del retablo de Oñate entre el obispo y Gaspar de Tordesillas”, imaginero vallisoletano. En el mismo año se consigna también la escritura de convenio para el dorado y grabado de este retablo entre el prelado guipuzcoano y Andrés de Espinosa, afamado pintor, vecino de Palencia, quien por aquellas fechas se comprometió a dorar la espectacular reja de la capilla. En ese año se reseñan asimismo sendas cartas de pago del imaginero y del pintor a favor de don Rodrigo, descargo que se repetirá en Meneel de 1536. Si para el mes de julio de este último año se había dado por concluida la obra de talla, como vimos, la última carta de pago por el dorado del retablo se anota en 1537.
Aún cuando Gaspar de Tordesillas, vecino de Valladolid, se titula indistintamente imaginario, entallador y ensamblador, parece ser que su verdadera especialidad fue esta última. Su biografía no es del todo bien conocida, resultando aún actual la semblanza que en su día le dedicara Martí y Monsó, incluido el dato de que no sabía firmar14 . Nacido en la primera década del siglo XVI, permanece activo en el segundo tercio de la centuria con obra documentada entre 1535, año en el que contrata con el obispo de Ávila el retablo de la capilla de la Piedad en la iglesia de San Miguel de Oñati, y 1562. Se trata de uno de los seguidores vallisoletanos de Alonso Berruguete, con una densa obra que comprende retablos como los de la capilla de Isabel Hernández Alderete en Simancas (1536), San Antón, del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, procedente del convento de San Benito (1547) y San Martín de Valveni (1553). Intervino también en el retablo de San Benito de Valladolid y en obras varias como sepulcros y arquitecturas efímeras (1543). Asimismo se le atribuye el original retablo de la Anunciación del antiguo Hospital de Santiago de tempranas (c. 1530-1540), en colaboración con el pintor Antonio Vázquez15 , con quien trabajó en otras muchas ocasiones. Disfrutó también de la amistad y trato profesional con el pintor Pedro de las Heras, de quien fue ejecutor testamentario (1557).
El pintor Andrés de Espinosa fue miembro de una dinastía artística burgalesa relacionada con la retablística, en la que merecen ser reseñados sus hermanos Alonso y Rodrigo, también pintores y, especialmente, su hijo Miguel, importante escultor del segundo tercio del sigloi XVI, formado con Diego de Siloe. Avecindados en Burgos, lo mejor de su producción se localiza en Palencia, principalmente en su catedral de Santa María. La obra de más envergadura llevada a cabo por Andrés de Espinosa fue el dorado del retablo mayor catedralicio, que llevó a cabo con su hermano Alonso “al modo y manera de lo antiguo e romano” entre 1525 y 1527 aproximadamente. Esta intervención fue precedida en 1520 por otra escritura de contrato fallida, suscrita conjuntamente por los tres hermanos Espinosa, Pedro de Villoldo y Diego de Mayorga, pintores palentinos16 . Todavía se conservan bastantes zonas con el dorado y policromía originales en la que destacan unos pequeños brocados de aplicación, flores, estrellas y otros motivos estampillados y zonas grabadas en campo azul. Avalan la categoría de nuestro pintor los nombres de otros maestros que intervinieron en esta gran empresa del Primer Renacimiento hispano, como los escultores Juan de Valmaseda y Felipe Bigarny o el pintor Juan de Flandes.
Sus mejores obras contribuyen decisivamente al exorno renacentista de los retablos y rejas de la catedral de Palencia. Junto al también pintor Cristóbal de Herrera, Andrés de Espinosa contrató en 1534 la pintura, dorado y estofado del retablo de la capilla del Sagrario por la suma de 500 ducados, obra que debía concluir en el plazo de un año17 . Otra obra dorada y esgrafiada por nuestro pintor debe ser el retablo de San Gregorio Magno, policromado hacia 1536. Las superficies de los retablos por el policromados muestran el clásico bicromatismo de blanco para los campos y oro para la profusa y menuda decoración tallada del romano, con la que se pretende evocar los sepulcros florentinos de mármol. La misma combinación se aprecia, junto al bicromatismo azul/oro en el retablo de la Piedad de Oñati. Aún cuando todavía perviven algunos pequeños brocados de aplicación renacentistas, que recuerdan el esplendor alcanzado por estas decoraciones superpuestas en el Tardogótico, las labores más generalizadas son los esgrafiados del romano en campos de azul y rojo que se localizan en cenefas y bandas. Los motivos recurrentes son vegetales como roleos y geométricos como rombos y círculos en túnicas o ajedrezados en los fondos, apreciándose asimismo trabajos artesanales de grafio como los ojeteados18 .
12 ARRAZOLA ECHEVERRIA, Mª A.: Op. cit., pp. 34-35.Estos datos están ya citados en LIZARRALDE, J.A.: Op. cit., pp. 54 y 56-57, y ZUMALDE, I.: Op. cit., pp. 474-475, nota 288.
13A.R.Ch.V. Pleitos civiles. Lapuerta. Olvidados C 738/3. Memorial de escrituras públicas expedidas por Pedro de Santesteban por encargo del obispo de Ávila.
14MARTÍ y MONSÓ, J.: Estudios histórico-artísticos relativos principalmente a Valladolid, basados en la investigación de diversos archivos. Valladolid-Madrid, 1901, p. 447. Semblanza de Gaspar de Tordesillas.
15Memorias y esplendores. Las Edades del Hombre. Catedral de Palencia. Catálogo de exposición. Palencia, 1999, pp. 169-170, ficha nº 34 a cargo de J.M. Parrado del Olmo.
16 SAN MARTIN PAYO, J.: “El retablo mayor de la catedral de Palencia. Nuevos datos”. Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneelses, 10 (1953), pp. 299-306. Contrato con los doradores del retablo mayor. Memorias y esplendores…, p. 112, ficha nº 1 por F.J. de la Plaza Santiago.
17 GARCIA CUESTA, T.: “La Catedral de Palencia según los protocolos”. B.S.A.A., XIX (1952-1953), 67-69 eta 77-79. orr. 19. dokumentu eranskina. Andres de Espinosa eta Kristobal de Herreraren kontratua, Palentziako katedraleko Sakramentuaren kaperako erretaula urreztatzeko.
PARRADO DEL OLMO, J.Mª.: Los escultores seguidores de Berruguete en Palencia. Valladolideko Unibertsitatea. Valladolid, 1981, 58 eta 106. orr.
18El dorado y las labores ejecutadas por Andrés de Espinosa en el retablo de la Piedad brillan de nuevo refulgentes, gracias a la restauración llevada a cabo por la empresa Artelan. LATORRE ZUBIRI, J.: Retablo de la Piedad (Oñati). Restauración, 21 de mayo a 21 de junio de 1999. Museo Diocesano de San Sebastián. San Sebastián, 1999.