A nivel conservativo debemos constatar que ciertas carnaciones se encuentran muy craqueladas y en determinados puntos la carnación se ha plegado formando rugosidades, por el abuso de secativos. Knut Nicolaus afirma que esta alteración se produce por el uso de capas gruesas de color aglutinadas con excesivo aceite de linaza o de nuez con poco pigmento y nos describe así el proceso: “Este arrugamiento se produce al secarse la capa superior y mantenerse sin secarse la capa de linaza inferior. Cuando evaporan las partes volátiles a través de la capa superior, éstos ablandan y aflojan a ésta. Como simultáneamente se reduce el volumen, por la evaporación de los elementos volátiles de la capa inferior, inevitablemente se produce un arrugamiento en la superior, al poseer un menor espacio de asentamiento”. Y a continuación nos sigue comentando : “En una capa con aceite de nuez puede formase tras el arrugamiento , grietas de contracción prematura”4 . Estas dos alteraciones son observables muy bien en los profetas del ático, en los
querubines del cuarto entablamento y en las esculturas de bulto redondo, así como en los obispos.
La representación de la carnación se realiza de dos maneras; carnación clara o blanca, para mujeres, niños,
ángeles y algunos hombres, como San Sebastián, ya que éste se muestra casi desnudo, y carnación oscura o rojiza para los hombres. La técnica empleada para las carnaciones claras se basa en la utilización del blanco de plomo y minio como base, y del blanco de plomo y bermellón con trazas de azurita y negro, en otras. Para las carnaciones morenas u oscuras se le añade a la carnación clara, laca roja (carnación rojiza) y más negro (carnación oscura).
4 Knut Nicolaus: Manual de restauración de cuadros. Ed. Könemann,1999. pág. 158 y en la pág.164, citando a A. Eibner, Entwicklung und Werkstoffe der Tafelmalerei. Munich,1928 (1974) pág.53.