La plata corlada se usa con bastante profusión dentro del retablo. El color ámbar o colofonia en tonos marrones claros hasta rojizos se utiliza en los interiores de las túnicas, enriquecidas con pequeños adornos geométricos en oro a mixtión (estampillados), como una derivación del brocado aplicado. La misma utilización se puede apreciar en algunos fondos de las escenas. Las columnas del primer piso nos muestran unos fondos de plata corlada en verde (resinato de cobre) hoy alterado. El azul (azurita con cola) se utiliza en los caballitos de los capiteles de las pilastras y en las olas marinas de los frisos. Los rojos, en los racimos de frutos de los frisos. El uso de la plata corlada es la técnica utilizada para la imitación de piedras preciosas en anillos, mitras, etc.