En la desinsectación del retablo efectuada en 1968, se desmontó la parte inferior del mismo, es decir, la zona afectada por la termita, cortando para ello elementos de la propia estructura, como lengüetas, tubillones, etc.
Dado que la estructura de madera estaba debilitada (carcomida y hueca), se intentó paliar dicho problema a base de emplastos de araldit, llegando en algunos casos a utilizarse listones, tablas de pino, conglomerado y otros elementos como refuerzo dentro de la propia masa de araldit, todo ello utilizado sin criterio alguno. La zona más afectada por estas operaciones era la zona del banco y primer piso.