Las esculturas han sido talladas en troncos de nogal vaciados por el reverso, a las que se le añaden piezas nuevas, encoladas y claveteadas, con la intención de completar el volumen de la figura. Éstas suelen corresponder a elementos que sobresalen, como brazos, peanas, etc. Los elementos simbólicos que portan son piezas independientes que se encastran o se fijan por medio de espigas o lengüetas a la pieza que representan.